jueves, 17 de abril de 2014

Más que nunca, Força Barça.

Este no es nuestro momento. Ayer el Barça se quedaba a las puertas de ganar la Copa del Rey. Un 1-2, frente al eterno rival y el imparable hombre bala, Gareth Bale. Solo se puede felicitar por esta victoria más que merecida.

La verdad es que estos últimos días he estado escuchando comentarios pesimistas sobre este partido hacia el Barça por sus propios aficionados. Así que, a todos ellos que sabían que iba a perder el Barça, felicidades, sois adivinos. 

Una vez acabado el partido se habla de decepción y vergüenza. Pues voy a decir algo, a mi me avergonzáis vosotros. Una afición que cuando quedan quince minutos ya empieza a salir del campo para no encontrar cola al salir. O incluso antes, si el resultado no es favorable. Una afición que apenas anima, especialmente cuando el equipo va perdiendo. Que solo llena el campo en los partidos más relevantes. Que pita a sus jugadores cuando están jugando mal. Que mancha el deporte con política. Que cuando las cosas van mal critica y se avergüenza. 

Prácticamente yo he nacido en el Camp Nou. He crecido corriendo por sus pasillos. He tenido la suerte de haber nacido en un momento de celebración. Desde que tengo uso de razón, me recuerdo celebrando victorias de mi equipo. Pero también soy consciente de que el Barça de mi padre ganó la primera Champions. Por lo tanto, yo en 18 años he vivido lo que otras personas llevaban esperando toda una vida.

Para mi, mi equipo es un orgullo. Solo tengo palabras de agradecimiento por todo lo vivido y lo que me queda por vivir. Pero solo con lo vivido, podría estar dando las gracias el resto de mi vida. Y sí, obviamente estamos pasando por un mal momento. Lo oportuno en estas circunstancias sería que la gente, en especial sus propios aficionados, intentaran ayudar, no echar más mierda sobre mierda. Las personas deben ayudar a las personas.

De todas maneras, para mí, la derrota de anoche es positiva. Primero porque obvia un problema que no se puede ignorar y segundo, porque así nos deshacemos de los culés de pegatina. Yo nunca me levantare del campo antes de tiempo por un mal resultado. Nunca dejaré de animar. Nunca daré nada por perdido. Y mucho menos, me avergonzaré de mi equipo. 

El mejor equipo del mundo no merece otra cosa que la mejor afición del mundo.

Sempre el teu costat.


Imagen del Camp Nou en el partido de Copa Barça-Cartagena.

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